LA PROPIA IMAGEN Y LOS ESTEREOTIPOS
- Beatriz de la Torre Rodríguez
- 14 mar 2019
- 2 Min. de lectura
La presión mediática puede ayudar a causar insatisfacción con el propio cuerpo. En este sentido, la publicidad como transmisora de estereotipos y de productos de culto al cuerpo ha sido considerada influyente en la insatisfacción corporal.
PATATAS LAY´S IRRESISTIBLES

Unas obras han causado un atasco de tráfico. Cuando la circulación vuelve a ponerse en movimiento, uno de los vehículos sigue detenido, para desesperación de los conductores. Pero no es un coche cualquiera, es un impresionante deportivo rojo; ni su ocupante es un viajero anónimo, sino el actor William Levy; y hay un motivo concreto para su absoluta distracción. La actitud de Levy está a punto de llamar la atención de una atractiva agente de policía.
“Irresistibles” es el eslogan de una campaña publicitaria y promocional de Lay’s. Una descripción que en el anuncio se expresa con la reacción de la policía al amonestar al artista cubano-estadounidense para que reanude la marcha. Le hace salir del coche, le “cachea” y finalmente, se apodera de la bolsa de patatas que había provocado el despiste.
La campaña compara el sabor irresistible de Lay’s con el atractivo físico de William Levy, hasta el punto de que la policía acaba yéndose con ellas.
Los spots publicitarios transmiten unos cánones de belleza perfecta y las formas de alcanzar esta perfección. Pero, los canales de comunicación de los productos, la publicidad entre ellos, también se nutren de los valores, cánones y estilos de vida imperantes en la sociedad. Ambos se retroalimentan.

Hay que cuidar, especialmente, la publicidad de productos que se dirigen a todos los sectores de la población o, expresamente, a la infancia y a los jóvenes, ya que ambos segmentos, por razón de edad y desarrollo madurativo, son más influenciables y vulnerables.
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